Virgen de Lourdes

La imagen de la Virgen de Lourdes representa a la Santísima Virgen María tal como se apareció a Santa Bernardita Soubirous en 1858, en la gruta de Massabielle, en Lourdes, Francia. Se le muestra con una expresión serena y maternal, vestida con una túnica blanca pura, un manto azul celeste y un cinturón de la misma tonalidad, simbolizando su pureza y su papel como Inmaculada Concepción. En sus manos juntas en actitud de oración, sostiene un rosario, invitando a los fieles a la devoción y a la meditación de los misterios de la fe. A sus pies suele haber una rosa dorada, que recuerda su humildad y su cercanía al sufrimiento humano. La Virgen de Lourdes es un símbolo de esperanza, sanación y conversión, conocida por las innumerables curaciones milagrosas atribuidas a su intercesión, y su imagen inspira a los creyentes a buscar consuelo espiritual y físico bajo su amparo maternal.